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La auténtica carta anónima sobre presuntas operaciones de Televisa (documento)

Amedi
mayo12/ 2016

Aristegui Noticias

The Wall Street Journal informó el pasado jueves 5 de mayo de la existencia de una carta anónimasobre presuntas operaciones de la empresa Televisa. 

La misiva acusaba a dos directivos -Alfonso de Angoitia y Salvi Foch- de un presunto fraude a accionistas, así como lavado de dinero.

La televisora confirmó la existencia de dicha carta el viernes 6 en un “evento relevante” reportado a sus inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores, pero señaló que se trataba de “información imprecisa, falsa y engañosa”. No obstante, ordenó una investigación a un despacho estadounidense, aunque ya adelantó que “las imputaciones… son falsas”. 

“A pesar de que se trata de un anónimo carente de veracidad y sin soporte alguno, fueron los directivos de Televisa quienes ante esta carta solicitaron la investigación independiente”, indicó la empresa en un comunicado leído el lunes 9 de mayo en el noticiero de Joaquín López-Dóriga.

El domingo pasado, en un reportaje del periodista Jenaro Villamil, el semanario Procesodio a conocer parte de esa carta, que este miércoles se hace pública, en inglés, y con unatraducción del propio medio.

La revista informa que: “… el documento fue enviado a tres autoridades de Estados Unidos el 20 de abril, entre ellas la Securities and Exchange Commission, máxima autoridad de regulación bursátil de ese país”.

A continuación el texto en su versión original:

“Del año 2000 a la fecha, Alfonso de Angoitia Noriega, Consejero, ex Director de Finanzas, Presidente del Comité de Finanzas y Vicepresidente Ejecutivo de Grupo Televisa, S.A.B., una empresa registrada en el NYSE, perpetró el presunto delito de fraude contable; violó la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero; creó esquemas de lavado de dinero para ocultar ingresos potenciales a los accionistas y conspiró para competir contra la Empresa en el mercado publicitario. Hizo lo anterior con la colaboración, contribución y en presunta alianza con Salvi Rafael Folch Viadero, actual Director de Finanzas de la Empresa.

Ambos integrantes del comité de Grupo Televisa S.A.B. sabían, mientras llevaban a cabo esas acciones, que debían cumplir con las reglas y regulaciones de la Comisión de Bolsa y Valores estadunidense (Securities and Exchange Commission, SEC), las cuales están diseñadas para proteger al público inversionista.

A- RESUMEN
1. Alfonso De Angoitia Noriega (AONA620117HDFNRL06) Vicepresidente Ejecutivo, Presidente del Comité de Finanzas y Consejero de Grupo Televisa y Salvi Rafael Folch Viadero (FOVS670816HDFLDL04) Director de Finanzas y Consejero de Grupo Televisa S.A.B., una entidad registrada en el NYSE, participaron en un esquema fraudulento para ocultar ingresos a los accionistas usando activos de Grupo Televisa; registraron costos no relacionados con operaciones de la Empresa en distintas unidades de negocio y subsidiarias creadas con el único propósito de esconder gastos personales para su beneficio; violaron la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero entre 2005 y 2016; e incluso conspiraron para crear entidades que compiten en el negocio de la publicidad con la Empresa y no han divulgado estos conflictos de intereses con los accionistas.

2. Alfonso De Angoitia y Salvi Folch, en colaboración con otros empleados de la empresa y otros exempleados de Grupo Televisa y sus subsidiarias no registraron hasta 14 mil millones de pesos de ingresos provenientes de gobiernos estatales, partidos políticos y terceras partes desde 2000, mientras (para ello) utilizaron la
infraestructura de la empresa, los productos en los Canales de Televisión, la Editorial y otras subsidiarias. Participaron en (actos de) contabilidad inapropiados y fraudulentos. Para hacerlo, se presume que establecieron sociedades paralelas que compitieron en el negocio de la publicidad con Grupo Televisa y limitaron la participación de la empresa en el mercado de la publicidad en exteriores aseverando que no era un sector estratégico, mientras ellos invertían personalmente en estas operaciones, sin el consentimiento ni el conocimiento del Gobierno Corporativo o del Comité de Auditoría. 

B. CONSPIRACIÓN PARA PERPETRAR ACTIVIDADES FRAUDULENTAS DISEÑADAS PARA ENGAÑAR INVERSIONISTAS
3. En o por el otoño de 2002, Alfonso De Angoitia recibió el consejo de su asesor legal de diseñar una estrategia para reducir su exposición ante la Ley Sarbanes – Oxley de 2002. La certificación de Director de Finanzas conforme a la sección 906 fue señalada como una preocupación mayor, ya que los informes Financieros de Grupo Televisa no eran certeros. La Empresa había fracasado en cancelar por adelantado sus compromisos de publicidad que no había podido repartir durante el año. Estos inventarios fueron llamados “guardados” en el Departamento de Contabilidad de Grupo Televisa, y cuando se hacía un compromiso (de venta de publicidad) se registraba como ingreso. Las ventas no realizadas eran turnadas como créditos o descuentos para el siguiente año, lo que creó una bola de nieve que infló las ventas. El problema creció entre 1990 y 2002, ya que Alfonso de Angoitia no registró la cancelación de estos inventarios para exhibir ventas infladas y un EBITDA ficticio. Esto tenía el propósito de eliminar ciertos acuerdos que la Empresa tenía en ese tiempo. La misma práctica corporativa se llevó a cabo en las sucursales de Cablevisión y de la Editorial para presentar ventas mayores. Sin embargo, esa práctica fue más pronunciada en la división de INTERNET llamada ESMAS.COM, que estaba dirigida por Salvi Folch. Mayores ventas en la división de INTERNET dio a la empresa una mejor evaluación de los analistas de mercado y los dueños de bonos, en el momento en que el mercado dio un visto bueno fuerte al negocio del INTERNET en los medios. Esa estrategia fue elaborada sin el consentimiento ni la aprobación de las otras unidades de negocio. Se centralizó la contabilidad y se sustituyó el personal administrativo para que la Vicepresidencia de Finanzas tenga el control de todos los registros de contabilidad. Como resultado, Grupo Televisa terminó con dos sistemas y distintos flujos de información, tanto financiera como operacional. Esto creó luchas internas entre gerentes y directores, quienes no entendían por qué sus unidades de negocio mostraban cifras de ingresos y costos diferentes al final del trimestre. Un ejemplo de ello es Ramón Alberto Garza García, un periodista reconocido que vino de Grupo Reforma, un periódico destacado en México. Encabezó la división editorial entre 1999 y 2001 y se quejó de que su estructura de gastos era menor mientras que las ventas se elevaron bajo su dirección. El departamento de contabilidad asignó a la unidad editorial Gastos Corporativos y Gastos de Capital (CAPEX) provenientes de otras unidades y costos adicionales por la caída del ingreso registrada en años previos. Lo anterior no reflejaba su gestión del negocio y finalmente renunció a Grupo Televisa, debido a diferencias sobre su salario (indexado al rendimiento). Durante ese tiempo, los ingresos e inventarios de los anunciantes siempre se infló en un rango del 5% al 7%. Una forma de confirmar eso sería de revisar los contratos con los anunciantes más importantes como Pepsico, Procter & Gamble, Colgate-Palmolive y Kimberly Clark y comparar sus gastos en publicidad con los inventarios (de Grupo Televisa). 

4. Con la adopción de la Ley Sarbanes – Oxley de 2002, Alfonso de Angoitia no quiso continuar con ese riesgo permanente. Un ejemplo de ello es que durante el Mundial de 2002, la Empresa no registró ninguna cancelación de paquetes de venta, lo que era una práctica común. Alfonso de Angoitia afirma que fue forzado a reportar a los mercados ventas superiores a las reales, porque “Emilio quiere demostrar que le  pegamos a TV Azteca (en materia de) dinero”, pues no le iba bien a la Empresa en rating en comparación con TV Azteca. Siempre que Grupo Televisa S.A.B. ha perdido rating, ha afirmado que tenía ventas mayores (a las de TV Azteca). 

5. En 2003, Televicentro Distribution planteó que el Shareholder Trust (conformado por Azcarraga Trust 55.29%, Inbursa Trust 24.7%, Investor Trust 20.01%) tenía el control de 37.84% de las Acciones A y B pendientes (de Grupo Televisa). El comité técnico del Shareholder Trust tenía el control efectivo sobre Grupo Televisa. Los estatutos del comité determinaban que el Azcarraga Trust nombraría por lo menos 3 de los 5 miembros que integran el comité técnico, que a su vez controla la Empresa. Inbursa e Investors Trust sólo iban a ser consultados en asuntos relacionados con incrementos o reducciones de reservas de capital, fusión, separación, disolución, liquidación o procesos de bancarrota, extensión de crédito o compra de acciones y transacciones con partes relacionadas. Estos arreglos implicaron que hubiera más supervisión sobre las operaciones y reportes de la Empresa. Como era el caso en las transacciones con partes relacionadas. Ese mismo año, hubo una discusión sobre la compra de Telespecialidades, una empresa de Emilio Azcárraga Jean, por 83 millones de dólares. La razón por adquirir esa entidad no operativa fue que existía un monto amplio por pérdidas tributarias acumuladas; el grupo minoritario aseveró que existía un riesgo si las autoridades tributarias no reconocieran la transacción. Una tercera opinión fue solicitada, sin embargo Alfonso De Angoitia argumentó que la transacción debía seguir adelante porque la ley iba a cambiar. Al final, las pérdidas tributarias acumuladas no fueron reconocidas por las autoridades (Grupo Televisa utilizó las pérdidas tributarias de otras subsidiarias). Es un simulacro de un dividendo, para ciertos accionistas, y el Director de Finanzas, Alfonso de Angoitia, no quiso continuar con estos riesgos. 

6. Por lo tanto, Alfonso De Angoitia propuso una revisión completa de la estructura organizacional de la Empresa para lograr dos objetivos. Uno, protegerse a sí mismo de cualquier investigación de la SEC, al distanciarse de las actividades diarias y así no dejar pruebas atrás. Dos, seguir teniendo el control del presupuesto y de los gastos de CAPEX, sin ser responsable de sus acciones. Primero, creó una Oficina Ejecutiva de la Presidencia, integrada por Emilio Azcárraga Jean, el Presidente de la Empresa, y dos Vicepresidentes Ejecutivos, Bernardo Gómez Martínez y él mismo. Segundo, creó el Comité de Planeación Financiera que presidió, y así cada decisión fue propuesta y tomada por un comité. Y tercero, nombró a Salvi Folch como Director de Finanzas; él era un exregulador financiero en el Gobierno Mexicano.

Salvi Folch demostró que era digno de confianza cuando no se quejó ni se opuso a la “ventas artificiales” de ESMAS. 

7. Los créditos y descuentos a los anunciantes fueron discrecionales y no hubo controles internos para vigilar los precios de los paquetes, promociones y contratos con los clientes. En 2005, el equipo de gestión no pudo seguir el ritmo, ya que los infomerciales (product placements) empezaron a aparecer con mayor frecuencia en la televisión y los programas cableados, así como en el negocio de la publicidad. Esto hizo más difícil controlar los inventarios de la empresa y determinar tanto los precios de los bienes vendidos como los costos asociados. 8.

Por lo tanto, Alfonso de Angoitia creó una unidad de auditoría interna, llamada el CUARTO NEGRO, el cual se encuentra en el 8º piso del edificio ubicado en Chapultepec 28. Inició sus operaciones en 2007; fue una operación de auditoria que vigiló las cuentas de correo electrónico, las llamadas telefónicas del personal clave y la revisión de antecedentes a los proveedores de servicios. En verano de 2008, adquirió un equipo especial para intervenir las llamadas telefónicas y las cuentas de correo electrónico exteriores de empleados, exempleados, críticos de la empresa e incluso integrantes del Consejo de Administración. Pablo Cepeda está a cargo de la operación, en el papel tiene que reportarse directamente con Guillermo de la Mora, y todos sus gastos se encuentran cubiertos por esa Unidad. Sin embargo Guillermo de la Mora no tiene ninguna ascendencia sobre él, ni ve ningún material de inteligencia que produce, como son las comunicaciones interceptadas o los correos electrónicos intervenidos. Pablo Cepeda afirma que recibió entrenamiento de exagentes del Mossad (los servicios secretos israelíes) para usar el programa de intercepción de telecomunicaciones. Incluso se jacta de que ahora es capaz de espiar a sus maestros. Cuando Grupo Televisa decidía estudiar una adquisición o una negociación, utilizaba los servicios de Pablo Cepeda para ganar ventajas. Esta táctica fue empleada en la compra de empresas mexicanas y extranjeras. El equipo costó 1.3 millones de dólares y fue incorporado al CAPEX de la división de noticias. En México y Estados Unidos ese equipo es ilegal, el comité de auditoría nunca vio un reporte de esta operación y nunca realizó auditorías a la cuenta CAPEX de la empresa, y por último debemos explicar que resultó una fuente de abuso a los accionistas y un delito contra las Reglas de la Ley de Intercambios 13a15(e) y 15d15(e) y a los controles internos sobre reportes financieros (como definidos en el Reglamento de la Ley de Intercambio 13a15(f) y 15d15(f)).

C. DESVÍO DE INGRESOS DE GRUPO TELEVISA
9. Ya que la División de Noticias siempre ha enfrentado dificultades para encontrar el equilibrio y ganar ingresos de los anunciantes, por el año 2005 Alfonso de Angoitia, quien tenía lazos personales y familiares con Santiago Creel Miranda, el candidato del PAN, concibió un esquema en el que el político otorgaría permisos de Casino para la empresa y, a cambio, Grupo Televisa financiaría su campaña política mediante la difusión de información positiva y el incremento del tiempo de difusión en programas no noticieros. Esto terminó siendo un mal negocio para ambos lados, ya que Santiago Creel no utilizó el tiempo de publicidad ni las páginas editoriales para su campaña, y Grupo Televisa reconoció saldos negativos tanto en inversiones como en flujos de efectivo de la operación Casino.

10. El experimento fallido llevó a un ajuste en el modelo de negocio. Grupo Televisa recibe dinero en efectivo de partidos políticos y gobiernos estatales a cambio de tiempo de cobertura informativa a los niveles estatal y local, apariciones en programas no noticieros, tiempo extra al aire por anuncios comerciales, cobertura en revistas impresas y promociones especiales. Esa es una operación en curso y es una de las razones por las cuales resulta difícil rastrear los inventarios y determinar un costo a los infomerciales, producciones especiales e incluso tiempo al aire. Del tiempo al aire de gobiernos y partidos políticos, en la contabilidad de Grupo Televisa no se reporta hasta el 10% de sus ingresos en venta de Difusión de TV, Editoriales, Cable y Televisiones Regionales. Se puede verificar esto al contrastar las transmisiones en pantalla con los reportes de contabilidad y los informes operacionales enviados a los clientes.

11. Esta operación también tuvo un costo relevante para la imagen de Grupo Televisa y más aún para el Presidente Emilio Azcárraga. Partidos políticos y miembros prominentes de la Sociedad Mexicana acusaron a Grupo Televisa de tener una cobertura noticiosa parcial, lo que erosionó la credibilidad de la empresa con los anunciantes. 12.

La mayoría de los pagos de partidos políticos y gobiernos estatales se realiza con grandes cantidades de dinero efectivo, que está guardado en una caja fuerte en las oficinas corporativas de Santa Fe, en el basamento. Algunos de los pagos están transferidos a la taquilla del “Estadio Azteca” para ser registrados como venta de boletos para eventos especiales. Estos ingresos por eventos inexistentes en el estadio de futbol, así como gastos de otras unidades, sumaron cerca de 40 millones de dólares ese año. En o por noviembre de 2009, Salvi Folch recibió la instrucción de Alfonso de Angoitia de desviar los pagos provenientes del Estado de México a las siguientes cuentas bancarias (…). (Ver traducción completa en Proceso)

Esta es la carta anónima; en internet han surgido otras versiones que no son auténticas:

Carta anónima sobre presuntas operaciones de Televisa by Aristegui Noticias

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