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Declaración AMEDI: La COFETEL, Sujeta Al Capricho Del Gobierno

Amedi
diciembre04/ 2016

5 de julio de 2010

La COFETEL, sujeta al capricho del gobierno

Necesitamos un organismo regulador autónomo

La designación del maestro Mony de Swaan como nuevo comisionado en la Comisión Federal de Telecomunicaciones ha sido una decisión autoritaria y precipitada, que solamente contribuirá a empeorar el estancamiento –así como el alejamiento respecto de la sociedad– de ese fundamental organismo colegiado. De Swaan no cumple los requisitos que señala la Ley Federal de Telecomunicaciones, que en su artículo 9–C establece que para ser comisionado de la COFETEL es preciso “haberse desempeñado en forma destacada en actividades profesionales, de servicio público o académicas relacionadas sustancialmente con el sector telecomunicaciones”. 

   En los últimos 15 años, el maestro De Swaan ha acompañado al actual Secretario de Comunicaciones y Transportes, el maestro Juan Molinar Horcasitas, por diversas dependencias excepto un breve lapso en el que se involucró con la industria farmacéutica. En los meses recientes fue jefe de asesores del titular de la SCT. Sin experiencia en materia de telecomunicaciones y radiodifusión –y sin desdeñar los méritos que pueda tener en otras áreas y temas– la única cualidad de De Swaan para llegar a la COFETEL es su estrecha cercanía con Molinar Horcasitas.

   Con esa designación, el Secretario de Comunicaciones y Transportes y el Presidente de la República afianzan la sujeción de la COFETEL al gobierno federal, en contradicción con el discurso oficial que dice respetar la autonomía del órgano rector de las telecomunicaciones. En vez de abrir un proceso de evaluación y presentación de propuestas en donde podrían haber surgido aspirantes realmente calificados para ese cargo, optaron por una designación apresurada que ya ha recibido el rechazo de varios partidos políticos, de especialistas y estudiosos en el tema, así como de organismos sociales.

   Con ese nombramiento el gobierno ocupa el sitio que dejó vacante, con una inopinada renuncia, el arquitecto Héctor Osuna que aspiraba a ser reelecto como presidente de la COFETEL. Como parte de la fallida operación para mantenerse en ese cargo, Osuna designó en mayo pasado un “Consejo Consultivo” de la COFETEL integrado en su gran mayoría por personeros de varios de los consorcios de telecomunicaciones. Conocido por su identificación con los intereses de Televisa, Osuna conformó un consejo consultivo a la medida de las exigencias de esa y otras empresas incluso por encima de la opinión de otros comisionados de la COFETEL.

   Nos parece que, independientemente del resultado de las pertinentes impugnaciones políticas y jurídicas a la autoritaria designación del nuevo comisionado, la COFETEL debería dejar de actuar en la opacidad y la secrecía y que debería construir puentes confiables para relacionarse con la sociedad. Una vía para ello sería la restructuración del consejo consultivo, dotándolo de facultades de interlocución reales y no meramente decorativas, por lo que es indispensable modificar su actual composición y garantizar mecanismos de participación de la sociedad civil entre los que se encuentran organizaciones e instituciones con experiencia en los temas de los cuales se ocupa la COFETEL y capaces de aportar propuestas independientes.

   La COFETEL tiene que regular un sector clave para el desarrollo de México; no es posible reducir su ámbito a las implicaciones meramente comerciales y técnicas. Esa Comisión Federal, o el organismo que la sustituya cuando exista una nueva legislación, debe tener visión de Estado con integralidad en políticas públicas capaces de impulsar el desarrollo de todas las regiones del país. Por ello es indispensable garantizar que tenga una actuación transparente, así como la interlocución con la sociedad; el interés público es su objetivo más importante y el que propicia que se trate de una institución del Estado.

   La COFETEL debe ser conducida por comisionados de calificaciones probadas en el campo de las telecomunicaciones y la radiodifusión y con independencia también verificable respecto de las empresas que regula ese organismo, así como respecto del gobierno federal. La propuesta de nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales que los legisladores dejaron pendiente de revisión en abril pasado, establece reglas muy claras acerca de los atributos que deben tener los miembros del organismo regulador de las telecomunicaciones. La designación del nuevo comisionado es una consecuencia más de la negligencia de los legisladores que, en ambas cámaras, no han articulado los acuerdos necesarios para que el país tenga una legislación integral en este campo.
México D.F., 5 de julio de 2010
Asociación Mexicana de Derecho a la Información, A.C.
Consejo Directivo